La pandemia de COVID-19 ha cambiado drásticamente la forma en que trabajamos, con muchos empleados gubernamentales que ahora trabajan desde casa.
Si bien este cambio ha traído muchos beneficios, también ha creado un conjunto único de desafíos de seguridad para las agencias gubernamentales. En particular, el riesgo de que se graben conversaciones sensibles y confidenciales es una preocupación importante. Como funcionarios del gobierno, es nuestro deber proteger la información vital de posibles adversarios.
El espionaje es una amenaza constante para los gobiernos y los tipos de inteligencia que pueden verse comprometidos son muy amplios, incluida información militar, política, comercial y otra información privilegiada y confidencial. Las grabaciones de audio, en particular, pueden ser muy dañinas, ya que son una prueba tangible de lo que alguien dijo.
Dado que el trabajo en casa se está convirtiendo en la nueva normalidad, es esencial tomar medidas proactivas para proteger la información confidencial.
Una creciente necesidad de soluciones
En la reciente Cumbre de Seguridad Cibernética de Billington, John Sherman, Director de Información del Departamento de Defensa, habló sobre el inmenso desafío que implica proteger información vital y sensible de enemigos poderosos. Hizo hincapié en la necesidad de un enfoque holístico que ataque las amenazas de múltiples maneras. Sin embargo, una solución que ha demostrado ser efectiva es el sistema de privacidad de voz HARP.
El sistema de privacidad de voz HARP utiliza tecnología avanzada para evitar que los vecinos o las personas que habitan también en casa graben o escuchen discusiones confidenciales y conversaciones privadas.
El sistema tiene dos modos de protección que pueden evitar que las escuchas y las grabaciones no deseadas caigan en las manos equivocadas. El primer modo interrumpe discretamente los micrófonos que puedan estar a su alrededor, y el segundo modo crea un muro audible de sonido que es poderoso contra los micrófonos y cualquier posible escucha desde las habitaciones contiguas.
El sistema HARP afecta grabadoras de audio, teléfonos, tabletas u objetos con micrófonos ocultos y, en el improbable caso de que alguien logre grabarlo, todo lo que escuchará es estática que sería prácticamente imposible de limpiar más adelante.
En resumen
En conclusión, el cambio a trabajar desde casa ha traído consigo un conjunto único de desafíos de seguridad para las agencias gubernamentales. El riesgo de que se graben conversaciones delicadas y confidenciales es una preocupación importante.
El sistema de privacidad de voz HARP ofrece una solución comprobada para las agencias gubernamentales que buscan proteger información vital de posibles adversarios. A medida que el trabajo en casa se convierte en la nueva normalidad, es esencial tomar medidas proactivas para proteger la información confidencial, y el sistema de privacidad de voz HARP es una herramienta valiosa para que las agencias gubernamentales hagan precisamente eso.
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